LA PRUEBA, LA COMUNICACIÓN Y EL LENGUAJE.
Por Enrique M. Falcón
No cabe duda de que hay una relación íntima entre la prueba, la comunicación y el lenguaje. Sin los dos últimos, la prueba es imposible. Ella depende del sistema de comunicación. Esta última se produce de diversas formas: por vía documental, de declaración, por dictamen o informe pericial, por percepción directa, etcétera. Ahora bien, parte de las dificultades de la prueba reside en la falta de comprensión de la necesidad de una comunicación adecuada y de un lenguaje preciso. Pero en este campo no puede dejarse de ver la necesidad inevitable del respeto por la persona humana.
El derecho se ha hecho cargo de esta situación y no permite extraer de manera impura los dalos de los registros (prueba ilícita) y menos aún forzar al ser humano por vías ignominiosas para que nos entregue los datos de su mente, independientemente de las sanciones que puedan tener los testigos, por ejemplo, por no declarar.
- a) Lenguaje procesal. Este lenguaje (oral o escrito) tiene por lo menos dos variantes, ya que la expresión del discurso es distinta si se refiere específicamente a hechos o a normas jurídicas. Pero la conclusión del discurso jurídico se verifica por medio de la retórica, que consiste tanto en la elegancia del discurso y de su correcta articulación gramatical, como en su construcción persuasiva, que tradicionalmente se organizó como “entimema” (inventio, contenido), esto es, la preparación de argumentos e ideas que luego han de mostrarse y desarrollarse organizadamente en la dispositio (disposición, orden). Tanto los argumentos como las ideas constituyen elementos intelectuales (que convencen) y afectivos (que conmueven o motivan).
- b) Lenguaje oral. El estudio del lenguaje oral corresponde a la oratoria y ésta incluye, de modo fundamental, la gramática como “arte de hablar y escribir correctamente” y la retórica, tradicional en la concepción Aristotélica, pero necesariamente adaptada a los tiempos modernos, al lenguaje procesal y al desarrollo del hablar en las audiencias. Los estudios sobre el particular comprenden no solamente la expresión del discurso, sino elementos como los lenguajes no verbales, la teoría de la persuasión y los conceptos relacionados con la programación neurolingüística. La elaboración oral puede ser preparada o intempestiva. En el primer caso, tenemos el alegato o las preguntas que hemos estudiado previamente; el segundo supuesto se da cuando es necesario resolver en el momento las preguntas o el argumento adecuado a nuestros intereses, como resultaría de la contestación de una reposición en una audiencia, o de las repreguntas a los testigos.
- c) La oralidad. Debemos señalar que Loprete (Introducción a la oratoria moderna, 45 y siguientes) coincide en que la elaboración del discurso recorre los siguientes pasos: búsqueda de ideas o invención, la organización de las ideas o composición, los procedimientos de desarrollo (como figuras retóricas, descriptivas, patéticas, etc.) y la expresión de las ideas o elocución. A ello suma los temas de la voz, la acción y el público. En los últimos tiempos se registran numerosos textos sobre la oratoria, y algunas universidades han incluido dicho elemento dentro de sus planes de estudio. La preparación del hablar en el proceso no sólo se logra con leer textos o ir a clases de comunicación unilateral (exponente-oyente), sino que es necesario una práctica basada en la preparación del caso, la formación lingüística oral que comprende la respiración, las posturas, el discurso oral, los silencios, la argumentación entre los aspectos principales, todos necesariamente actuados en el campo del role playing.
- d) El role playing como método de enseñanza actuada. En la práctica derole playing(juego de roles) depende de la actividad a la que se aplique. En el sistema procesal los participantes (dos o más) interpretan a uno de los sujetos del proceso, puede ser el actor o el demandado, realizar interrogaciones a testigos (que también deben actuar en el caso), impugnaciones a los peritos en audiencia, alegatos, impugnaciones de decisiones judiciales en audiencia, etc.. La dramatización es similar a la teatral, los integrantes pueden trabajar sobre una historia guionada, pero es conveniente o bien que se incluya en la misma elementos que requieran improvisación, o que la actuación sea totalmente improvisada, siempre bajo una consigna o el tema delimitada por un director.